sábado, 13 de noviembre de 2010

Comunicación humana vs comunicación mediática.

Se ha hecho costumbre que la Conferencia Episcopal Colombiana convoque a las delegaciones de pastoral de las comunicaciones de las diferentes jurisdicciones eclesiásticas de nuestro país para reflexionar y definir acciones concretas en éste campo, notándose cada vez más un desarrollo progresivo tanto en la reflexión teórica como en el que hacer pastoral.
Hace sólo algunos años las comunicaciones eran dejadas en manos de gomosos o aficionados por algunos medios, pero con el pasar del tiempo la reflexión ha tenido en cuenta la enseñanza del Vaticano II en Inter Mirífica y su magisterio post-conciliar llegando a Aparecida que ve los medios como instrumentos, no como fines, prefiriendo la comunicación humana y las relaciones interpersonales como construcción de la comunión sin descuidar el buen uso, proactivo, asertivo y simbiótico de los mass media.
Es normal que ante el advenimiento de medios tan masivos y novedosos como los que hasta el momento hemos conocido y en el actual momento con las Nuevas tecnologías, se propicio frente a ellos una cierta apología y nos dediquemos a cacharriarlos hasta conocer sus códigos y lenguajes descuidando la comunicación humana.
En el encuentro se enfatizó en la comunicación humana, sin descuidar lo mediático, pues en realidad, de qué nos sirve tener periódico, radio, celular y otros medios novedosos si nuestra comunicación es fría, calculadora, explosiva, llena de gritos, regaños, amenazas y ruidos molestos para la unidad de la Iglesia?
Nuevamente aparece Jesucristo, como el perfecto comunicador, quien se encarnó en nuestra humanidad, dando a conocer el misterio de su Padre y el Reino, quien dialogó con la cultura, propuso, utilizó los medios de su época: la palabra, el milagro de permitir que la gente se volviera a comunicar, el subirse a un monte, las parábolas, metáforas y lo más importante la escucha y la mirada con lente de piedad y misericordia.
Se hacen urgentes los planes pastorales, el uso adecuado de los medios, pero qué sucede cuando se le mete un ruido a nuestro programa preferido? No pasa por nuestra mente el deseo de ir a otro canal? Cambiar de programa? Entonces porqué tantos gritos y regaños de altavoz? Porqué tantos ruidos en nuestra comunicación? La tarea es de todos: seamos mejores comunicadores y seremos mejores evangelizadores.